Reforzar la seguridad de tu puerta es una de las principales tareas que hay que hacer para proteger a tu familia y tus bienes materiales ubicados en la propiedad. La puerta principal, la de entrada, es la primera que se debe “blindar” si se quieren evitar sorpresas inesperadas como robos o, en el caso de viviendas en las que no se resida de manera constante, ocupaciones.
Actualmente han sabido desarrollar técnicas más efectivas y que no son tan dañinas para las estructuras para burlar la seguridad. Sin embargo, podemos hacer uso de todos los recursos posibles para evitar que se lleve a cabo el robo con éxito.
Para ello, se debe asegurar la puerta principal de manera tal que, si no se consigue evitar que la abran, por lo menos lograrás entorpecer el proceso y, en lugar de abrir la puerta en pocos minutos, se necesitará de mucho más tiempo y dedicación para acceder a la propiedad.
Aspectos a considerar
- Evalúa los puntos débiles de tu puerta: en caso de no poder optar por una puerta especial de seguridad, blindada y acorazada, de madera, metal reforzado o fibra de vidrio, lo mejor es analizar los puntos débiles de la puerta y tratar de solventarlos con técnicas de seguridad y refuerzo.
- Cambiar el bombín de la cerradura: si el armazón de la puerta es consistente y los marcos son firmes y seguros, un cambio de cilindro puede significar el fin de la vulnerabilidad de la puerta principal. Para elegir el más apto para se debe considerar la forma y medida del que se va a sustituir (puede ser redondo, ovalado y de mayor o menor longitud y profundidad).
- sistemas antibumping: es una técnica que consiste en abrir el cilindro sin romperlo mediante una llave manipulada que es golpeada por un objeto contundente. Con el impacto se consiguen desplazar los pistones de seguridad de la cerradura sin dejar señales del impacto ni evidencia de que la puerta ha sido reforzada.
- escudos protectores para reforzar la seguridad puerta: protege el cuerpo del bombín evitando su extracción por medio de un rotor giratorio y una base abocardada (para puertas acorazadas), espinas aceradas y giratorias para dificultar el taladro, bolas de acero para proteger los tornillos de sujeción y una placa y un cuerpo de acero que lo convierten en una coraza resistente a ataques violentos y aperturas por habilidad.
- Cerrojos de seguridad: los mecanismos más simples se colocan en el interior de la propiedad, con sujeción al marco y a la puerta; se abren y se cierran desde el interior, por ende, sirven para evitar ataques cuando nos encontramos en la vivienda; sin embargo, no se pueden manipular desde el exterior.